PARTICIPANTES:
Dra. Carmen Balagué del Hospital Santa Creu i Sant Pau de Barcelona
Dra. Esther Mans del Hospital de Mataró
MODERA: Dra. Fàtima Sabench, HUS Joan de Reus
La popularidad de la GV y el número de intervenciones en todo el mundo continúa aumentando, quizás debido a que es un procedimiento que parece relativamente simple a priori (que no lo es), y que proporciona un tiempo quirúrgico más corto. Representa un 46 % de las cirugías bariátricas mundiales de los últimos 5 años. Pero parece que el principal punto débil o talón de Aquiles de esta cirugía es el desarrollo o un empeoramiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico. El RGE es una comorbilidad común entre las personas con obesidad y el impacto de la cirugía sobre el mismo aún no se ha cuantificado completamente. Hay disparidad de resultados en la literatura actual, con algunos trabajos que concluyen que la GV puede empeorar la preexistencia o causar ERGE "de novo", mientras que otros informan sobre una mejora en los síntomas. Se debaten los mecanismos fisiopatológicos que van a favor y en contra de estas hipótesis, como son el aumento de la presión del neotubo gástrico, el aumento de la velocidad del vaciamiento gástrico que se produce después de la cirugía o la dilatación del nuevo estómago que puede producir relajación o disfunción de estructuras. También se debaten los resultados cuantitativos del reflujo y otras patologías asociadas como el esófago de Barrett a raíz de las ultimas publicaciones al respecto con un grado de evidencia alto. Además, se habla de la necesidad de consensuar los métodos diagnósticos, apoyando la necesidad de los estudios funcionales para su diagnóstico y de la necesidad de una endoscopia digestiva alta antes de la cirugía por protocolo.